SISTEMA RESPIRATORIO.
El sistema
respiratorio ayuda a mantener el balance entre ácidos y bases en el cuerpo. Su función
es incorporar oxígeno para que al llegar a la célula se produzca la combustión de
los nutrientes y liberar energía, además de que es el encargado de captar oxígeno
y eliminar el CO2 producido.
Los órganos que
participan en este sistema son:
·
Nariz. Posee dos orificios llamados nares. Dentro de los nares,
encontramos a los cilios, que sirven para oler. También están las fosas nasales
que están separadas por el tabique. La función de
la nariz es humedecer, calentar y purificar el aire inspirado.
·
Tráquea: Está
situada en las primeras seis vértebras cervicales. Es un órgano común al
aparato digestivo y al respiratorio ya que conduce al alimento desde la boca al
esófago, por otro lado conduce el aire procedente de las fosas nasales a la
laringe.
·
Laringe. Tiene forma de tubo y sus paredes están reforzadas por cartílago. En el
interior se hallan las cuerdas vocales por lo que se considera a la laringe
"el órgano productor de sonido". Además es un órgano móvil ya que se mueve con la
fonación, la voz y la deglución.
·
Bronquios. Son las diversas ramificaciones del interior del pulmón, terminan en los
alvéolos pulmonares que tienen a su vez unas bolsas más pequeñas o vesículas
pulmonares, están rodeadas de una multitud de capilares por donde pasa la sangre y se purifica y se realiza el intercambio
gaseoso.
·
Alvéolos. Son pequeños sacos en donde se produce la hematosis, proceso en cual los
glóbulos rojos absorben oxígeno y se liberan del dióxido de carbono.
·
Pulmones. Son dos masas esponjosas de color rojizo rodeados de la pleura, situadas en
el tórax a ambos lados del corazón, el derecho tiene tres partes o lóbulos;
el izquierdo tiene dos partes. Contienen aproximadamente 300 millones de
alvéolos.
·
Diafragma. Es un músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal, al
contraerse permite la entrada de aire a los pulmones.
El proceso de la respiración consta
de dos partes:
·
Inspiración. Cuando el diafragma se contrae y se mueve hacia abajo, los
músculos pectorales menores y los intercostales presionan las costillas hacia
fuera. La cavidad torácica se expande y el aire entra con rapidez en los
pulmones a través de la tráquea para llenar el vacío resultante.
·
Espiración. Cuando el diafragma se relaja, adopta su posición normal, curvado hacia
arriba; entonces los pulmones se contraen y el aire se expele.
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